lunes, 30 de noviembre de 2009

muerte: tiempo

pasan de un lugar a otro
pasan la montaña, pasan el río
pasan los autos
pasan sin auto
pasan la mano, el peine o el cepillo
pasan la noche en un grito
pasan droga por la frontera
pasan barato o caro
pasan bueno o malo
pasan de malos
pasan por todos los líos
pasan por primavera, verano, otoño, invierno
pasan las páginas de un libro
pasan el turno
pasan la raya
pasan por tontos o pasan por listos
pasan de largo
pasan en blanco
pasan por mucho
pasan directamente
pasan de poner fichas
pasan la pelota
pasan la bebida
pasan del amor al odio
pasan del tiempo
pasan por lo que todos los días
pasan por ser inútiles
pasan, se acaban, mudan, sufren, suceden, omiten, intentan, olvidan
pasan del 3 de noviembre y el 10 de agosto
pasan del número 30
pasan a mejor vida

martes, 24 de noviembre de 2009

muerte: en el silencio

en el silencio
está lo que mas quiero
oculto y olvidado
por el paso del tiempo
en el silencio
están todos mis recuerdos
fundidos con el viento
en el silencio
frente a la muerte
con voz quebrando mi recuerdo
volver a verte

¡Perdona mis ausencias, pluma!
Alguna vez creí que eras bostezo
no darme cuenta, confundir
verdad distinta al pensamiento

¿Qué puedo hacer yo?
Sí me defino por ausente
de sentimiento
ante tus ojos
ante tus labios
ante tu pelo
¡dolor!
pensar no quiero
¡es sufrimiento!

Perdoname
que me conforme
[con ver de lejos
tu claroscuro de reflejos]
¿Abrazame?
¡Ocultate, vete!
verte no quiero
llorar

Y sí la lluvía cae
y el sol se pone al horizonte
a mis brazos ven
ocultate

Mentir, ¿por qué?
comprender, ¿el qué?
saber, ¿de qué?
sí a toda respuesta sólo puedo decir amor
Rendido por el sueño
de vernos, ¿donde?
de amarnos, ¿donde?
en el silencio
...
a orillas de lo eterno

¿Y pienso que sí alguien me oye
respirar?
¿Y pienso que sí todo es
vanidad?
Ya solo puedo decir
que en el principio
cuando te ví, pense
¿estoy... en el infierno?
Adios y miento
huye, no vuelvas
y gracías por [dejar de] ser
en el camino
flor de una noche
faro de luz
mi musa
- no -
mi musa
- no -

lunes, 16 de noviembre de 2009

Muerte: de lo que se es

El tránsito por la estepa que es la vida deja tocado a cualquiera. Tan tocado que no hay remedio ni esperanza para mi. En este lugar y en este tiempo no me siento identificado como ser humano, ni siquiera como ser vivo. Y es por eso que revuelvo los pensamientos y trato de anunciar mi renuncia a este lugar y a este tiempo. La pretensión de huir lejos, muy lejos de aquí, quién sabe donde, es cada vez mayor, y cada vez menos factible. El paso del tiempo hace que mis huellas sean cada vez menos profundas, cual pájaro cantor que ya no sabe sino cantar y pierde peso en su camino hacía la meta, esa que todos compartimos. La pregunta por el fin último me enerva y me llama la atención en estos días, tal vez como en ningún otro. Y eso que la experiencia ahora no me ha tocado la moral. Ahora todo reposa tranquilamente, como sí nada ni nadie nunca hubiera tocado una pieza y hubiera provocado una avalancha. Lo que alguna vez sentí está ahora lejos, muy lejos, y siento que quizás nunca vuelva, y yo seré el único que lo sufra, pues en mí soledad no dejare a nadie convertirse en amigo.

La lucha por la vida – extraña pregunta – que hace que me retuerza las entrañas no es sino la lucha hoy por hoy por ver quien es mas fuerte. Y así ha sido siempre. Parece que no ha habido progreso en la historia. Todo ha sido una triste y pésima repetición donde las cifras han ido aumentando. Y ahora, ¿ahora qué? ¿Qué me toca luchar? El mundo ha estado siempre.. y yo que soy.. una fugacidad, una criatura, un segundo del reloj del más hábil relojero.

Vuelve a la orilla estúpida nube de cromo y trata de fundirte con el más ligero viento. Sí a veces no ves al extraño pasajero frota la lampara y piensa en mí. Pide un deseo. Siempre se cumplen sí son tristes augurios que no pueden ver más que decadencia. Pero recuerda siempre mi palabra. Ten en cuenta que yo... yo... yo soy el que soy (Ex 3,13-14) .. hasta donde llega mi arrogancia.

Vida: contrato social

Voy a intentar responder a la pregunta por la necesidad. ¿Qué es lo necesario? Lo entiendo por oposición a lo contingente. Lo demás son solo dudas. Pero no puedo explicar ni comprender algo sí lo explico mediante una relación.
Sí interpreto que lo necesario es aquello a lo que no tengo mas remedio a lo que acceder, entonces será algo en contra de mi libertad, de mi posibilidad. Habría de rechazar entonces que el hombre es esencialmente libre. Creo que aceptar esta condición es indispensable: la limitación.
No creo que la limitación niegue la libertad absoluta. Las condiciones de posibilidad siguen siendo enormes, por lo que no se deja de ser libre. Se puede seguir actuando en consecuencia.
Muchos han afirmado que lo necesario es aquello que mantiene al ser humano en el ser. Es decir, lo indispensable para la vida. Esto es, todo acto biológico: nutrición. Pero, algunos revolucionarios del siglo XVIII en adelante han mostrado que la perdida de libertad desmerece la vida hasta el punto de que es preferible morir. ¿Es lo necesario, por tanto, la biología? Parece ser que esto último que afirmo acaba por negar esta posibilidad. Ahora aceptamos que la necesidad solo responde a la libertad, considerando que esta es fruto de la voluntad humana.
Sí lo que quiero es alcanzar un determinado fin tengo que aceptar que existe una necesidad de cumplir unas pautas para alcanzarlo. ¿Es la necesidad un medio? Parece que sí. Desde luego que existe en este sentido. Veamos otro.
Hasta ahora he presupuesto el libre albedrío en el hombre, ¿qué ocurre si carecemos de él? Entonces no existe contingencia alguna, somos necesariamente lo que somos o tengamos que ser. Pero rechazo esta hipótesis aún no teniendo un argumento infalible de refutación – no se conoce.

¿A qué responde la pregunta por la necesidad? A la pregunta por el sentido. A riesgo de exponerme a caer en el error me limito a aceptar que lo necesario es el amor. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Juan 4, 16 ). Estas palabras remiten a la repuesta para el creyente. En Dios se ama, en Dios se vive, en él todo conserva su ser sin violencia. La necesidad responde a la pregunta por Dios. Dios es lo necesario. Y, ¿para el agnóstico? La apuesta del pensamiento fuerte: la sociedad. Los otros son lo necesario. Y así se desecha el conflicto, pues todos aman al prójimo como a uno mismo. Y así superar la apuesta por la fe, enemiga irremediable de la razón.

Interludios: a la busca del sentido / conversación que se aproxima a la muerte

*creo que en mi vida cada vez me volveré mas huraño
sí continúo siendo como soy ahora
*porque no puedo evitar sentirme en conflicto con los relativistas
y esta sociedad es extremadamente relativista

¿cuál es el límite de la crueldad cuando deseamos que alguien nos ame?
Yo sabía que ella había estado intentando evadirme, sabía que había intentado amarme, besarme, abrazarme, reírse de mí o asesinar sus recuerdos para conmigo.
Yo sabía que ella necesariamente tenía que sentirse como se siente Dios cuando ama a sus hijos, quizás incluso por encima de lo divino, puesto que Dios solo nos ama racionalmente.
Lo que no sabía es que tenía que comportarme de una determinada manera para demostrarle a ella que no podía ser sin mí, puesto que no podía retenerla de ninguna otra manera.
Lo que tampoco sabía es que he estado derrochando el tiempo en esta única vida en la que puedo estar seguro de vivir odiando sin razón y desamando lo amado por miedo, pero no importa, ¿qué importa? tempus fugit

El miedo es lo que nos reprime, lo que nos hace débiles, nuestro peor enemigo, y es lo irracional.
Sí no existe moral por encima de mi, ¡que me lleven al infierno! No soporto tener tanta voluntad de poder. Quiero, deseo, un sentimiento, que me ate a ella, que me impida moverme sin que ella lo diga.
Si no existe vida mas allá de la muerte no importa. No quiero tener que cargar con el fracaso en otros mundos. Sí algún día deseo profundamente morir ¡que me encierren!, pues habré olvidado que incluso el sufrimiento de tu perdida es hermoso.

¡Qué sera de mí, pobre mortal! Sí pudiera amarte eternamente aunque no tuviera respuesta no dudes que lo haría. Pero, ¿acaso puedo yo tentar a la muerte? Sí pudiera creer en la resurrección de la carne que dichoso sería. Pero yo soy un hombre sin fe. Un apátrida. ¿Donde estaría Dios en un mundo – por supuesto ficticio – donde solo existe la desgracia de mi persona? Mi amor es una negación de la divinidad porque ya no cabe mas amor, no, esta negando.

Ya no existen pruebas. Ya todo es fruto del azar, de la casualidad. Ahora el sentido de la vida pasa por ser un fin de semana pasado por narcóticos y tranquilizantes. Mañana quien dirá. Hoy ya nadie, no. Ayer, ¿quién sino una voz? ¿quién sino la madre tierra? / ¿Qué estamos haciendo? Condenarnos. Gracias a Dios que es una cuestión temporal. Gracias a Dios que existe la muerte.

Todo lo que se refleja en las palabras índica posibilidad, infinita posibilidad, extrema. Sin esta posibilidad lloraríamos a nuestro destino trágico. Pero el fin último es siempre el último. Vivimos porque morimos.
La rueda trágica es ahora una salvación puesto que no osamos ser inmortales. ¿Quién quiere ahora la piedra filosofal? Los ricos de espíritu, los irascibles, los que no lloran, los que no tienen hambre ni sed de justicia, los inhumanos, los impuros de corazón, los que trabajan por la guerra, los perseguidores de los justos, todos los que no luchan por una causa última ex nihilo. / O quizás sean los otros. En cualquier caso es la peor decisión. Decisión irrevocable, última.