martes, 11 de agosto de 2009

Versos apátridas

Dios, en su eterno sueño / nunca supo que le odiaba / no puede saberlo, conocerlo todo, / y niego que esculpiera mi mente

Rojo y negro o tal vez azul / el color subjetivo de la vida / el no poder ser juez de paz / culpa de este maldito mundo fenoménico

¿Seguro de mi mismo? / ¿Del mundo real? / Yo no puedo asegurar haber oído / la voz del camino

La idea era representar al hombre / desde Jerjes hasta Judas / yo como puro ego / yo como borgiana salvación

Lo tercero es un mero juego / no existe certeza ni en filosofía / ni en el amor, ni en la ética / de contar con los otros

El pensamiento de la alteridad / no es mas que evolución / de dos amantes / que todo quisieron compartir

¿Los ídolos han muerto? No / , ahora son mortales, / creen ser inmortales / desterrar a Dios / No hacen caso de Cronos / que aunque se encuentre aletargado / por nuevas drogas revitalizadoras / nunca olvida a Hades

He encontrado la circularidad, el eterno retorno / ahora puedo reirme de Occidente / de sus prisas por ser siempre / aún borrando su memoria / Pero no he evitado caer en el nihilismo, / siento haber fracasado, / aunque tengo tiempo/ de volver a vagar por el desierto.

lunes, 10 de agosto de 2009

visiones paralelas (que nunca se tocan)

El mundo del cine esta lleno de imágenes únicas e irreconciliables con la vida. En la literatura de masas también ocurre. En la música; en la visión elitista de las modas; en la política revolucionaria; en la publicidad; en el mundo de las apuestas deportivas; en los mmorpg, en las revistas de corazón; ...

En el universo aristotélico no ocurren amores de Hollywood ni guerras de dominación mundial de manos extraterrestres. Tampoco ocurren transmutaciones, milagros, tele-transporte y otras cosas varias.
En el universo aristotélico ocurre lo expresado por Dios. Ocurren amores y guerras de hueso. Hay una gastronomía y una festividad popular, un paisaje, unos rincones vírgenes excepto para dos niños que encuentran por primera vez la pasión. No hay trampas en esta naturaleza.

¿Que prefieres? ¿El amable cuento y la vida desordenada, desorientada, decepcionada por el imposible? ¿No prefieres mejor la ley de la gravedad?

las cosas importantes de la vida

¿El amor? ¿La libertad? / ¿Acaso no son términos contradictorios? Como reflejaba Pirandello a través de su difunto para que uno se acerque otro ha de alejarse. Si el destino del hombre en los tiempos que corren es su exacerbada lucha por la libertad; la lucha por el extremo individualismo al que Spencer pretendía llevarnos; ¿como vamos a ser capaces de amar?

¿Y si tenemos que elegir que elegiremos? ¿Acaso no eligieron ya por nosotros? Creo que el amor ha desaparecido. La libertad nos corroe. Nos empuja a rechazarnos. A disentir.

¿Que son los otros? El objeto amado es el espejo. Pero no hay tiempo. Demasiadas revoluciones nos laten para ser capaces de amar verdaderamente. Tenemos demasiadas prisas. Como siempre nos fuimos al extremo y allí nos perdimos. Irreconciliables. Escandalizados.