Yo no soy nadie
¡sólo un mal poeta
y un hombre que grita, que llora, que se sonroja!
Pero vosotros
prestidigitadores del sueño
de la voluntad humana, del bien y del mal, del parto y del cementerio,
sois ... pero sois presos... de vuestras malas artes
Yo no soy nadie
¡sólo un mendigo que pide un deseo:
lunáticos, ancianos, presos, olvidados;
salid de vuestras tumbas
y luchad, luchad, ...
Y vosotros, sí, vosotros, os digo a vosotros,
a los esclavos del papel moneda, del trabajo asalariado
rendíos
a la dignidad y la justicia
"Arriba los pobres del mundo..." (Eugène Pottier)
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