miércoles, 2 de junio de 2010

del frío rumor de la conciencia

por las noches el sudor de verano quisiera recordar unas noches de invierno ficticias


Y ante esa ventana del mundo que nos seduce pero nos ignora todo pasa. Es lo más cercano a la mente divina – mente humana, transmundana – que es la historia hoy.

El espectáculo de las risas. Acabar las cosas a tiempo. El desvarío, la desilusión de cada día de lo que uno mismo malgasta, la verborrea y la vanidad. La unión de los males, el despropósito de un privilegio. Las malas cabezas unidas y separadas por un acordeón.

El espectáculo de las lágrimas. Nunca llega. La falta de compromiso, el diablo mundo, el yo que ríe ante lo fácil, la facilidad del ser azaroso. La lluvia de estrellas. Los golpes futuros. Las montañas de arena que se vuelven frágiles porque la victoria se huele por tozudez.

La espera. Morderse las uñas ante la fatalidad. El reloj que surca las horas y te hace llegar tarde a cualquier escenario. La arena que ya no puede condensarse porque la hemos excedido demasiadas veces. La desesperación de la rutina momentánea. El fastidio que siempre vuelve.

El vacío existencial. Esa duda radical escéptica. ¡Váyanse al diablo que lo suyo es un juego de niños! Comprendan de una vez la realidad. El sueño. El hambre. Las cadenas de nuestras ideologías. La vida. Los lugares donde nada pasa.

¿Y la estética nunca deja de acudir a mi para gritarme y maldecirme y condenarme a la imposición de estas holgadas cadenas de pensamiento que son vanas? Y sólo unas cuantas veces hoy declarar mi amor incontestable a tí.

2 comentarios:

  1. Marko, es precioso.
    Cada día me sorprenden más tus textos.

    Un beso

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  2. Me alegro de que te guste. Muchas gracias por seguir el blog ;) Con los animos positivos seguro que puedo escribir mas cosas. Muchas gracias.

    Un beso tambien para ti.

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